Hay un camino

"No esperes que las cosas sucedan, haz que sucedan" Alberto Crisafi.

OPINIÓN// EL PATIO TRASERO DE LA CAPITAL

SOLO BASTA CON CAMINAR por cualquier barrio, sector o urbanización del municipio Sucre del área metropolitana, para darse cuenta del desorden e ineficiencia de la gestión de su gobierno local. Tristemente, los sucrenses sufren a diario las consecuencias del desinterés que tiene su Alcaldía en mejorar su calidad de vida y brindarles comodidad.

En materia de seguridad, más de 50 personas han sido asesinadas mensualmente por criminales en lo que va de año. Quizá lo más lamentable es que este problema no es algo exclusivo del 2006, sino que desde el año 2000 hasta el día de hoy, ha habido más de 3 mil 400 homicidios en el municipio Sucre. ¡No es invento, son cifras oficiales!

LA VIALIDAD se ha convertido en otra de las tragedias que afectan a la gente, pues a lo largo de las 5 parroquias de Sucre hay más de 7 mil huecos. La desesperación de esos vecinos que pierden un caucho a causa de estas "troneras" es tan grande, que en muchos casos las rellenan con cemento, tierra o piedras para taparlas. Lo peor es que el Concejo Municipal ha aprobado créditos adicionales por más de 27 millardos para solventar la situación y nada ha mejorado.

El caos existente en la redoma de Petare y sus alrededores es impresionante. No sólo 300 mil personas transitan por allí diariamente, sino que la excesiva cantidad de buhoneros de la zona y la reparación de la quebrada de El Loro, inconclusa desde hace varios años, congestionan el tráfico enormemente.

EL SECTOR SALUD tampoco escapa a la desidia gubernamental, pues el Hospital Pérez de León se carcome por dentro y aún espera por la inauguración de su nueva sede, la cual lleva varios años en construcción. Los hospitales Materno Infantil de Petare y Domingo Luciani también están muy desasistidos y lamentablemente quienes sufren las consecuencias de esto son los ciudadanos comunes y corrientes.

Por otra parte, las infraestructuras deportivas están sumamente deterioradas. Más del 70% de las canchas deportivas del municipio están en mal estado y prácticamente no se pueden usar. Es ilógico que el Estado no diseñe políticas orientadas a alejar a los jóvenes de las drogas y el ocio a través del deporte.

Además, el comercio informal crece con el pasar de los años y existe una escasa regulación de quienes lo ejercen. Las aceras dejaron de ser espacios para que los ciudadanos caminen tranquilamente y se convirtieron en el rebusque de muchos otros, quienes por cierto no gozan de un empleo digno que les garantice estabilidad.

El hecho es que el municipio Sucre se convirtió en el patio trasero de la capital. Sin embargo, aún a estas alturas eso puede ser diferente y los únicos garantes del cambio son sus habitantes. Las comunidades tienen que organizarse y exigir justicia y transparencia en la gestión pública. ¡Ya llegó la hora de hacerlo!

La gente debe participar activamente en los asuntos de sus comunidades y ejercer una fuerte contraloría social sobre sus autoridades. Además, estos tienen que involucrarse en la creación de las leyes y ordenanzas que tengan como norte mejorar su calidad de vida. Juntos podemos hacerlo, sólo falta voluntad y corazón para lograrlo.

Flavia Martineau
Concejal del Municipio Sucre por Primero Justicia
flaviamartineau@gmail.com
Publicado en el Diario El Universal el 20 de agosto de 2006