ContrarrelojSe presume que hubo dedazo en el proceso interno del PSUV para la selección de sus candidatos a alcaldes y gobernadores para las elecciones regionales de noviembre de este año, pero independientemente de si ocurrió o no, ya el partido de gobierno tiene seleccionados sus competidores para la contienda.
Aunque estos tendrán ahora que sentarse a negociar con sus aliados PCV y PPT, la gran mayoría de los aspirantes seleccionados en esta jornada serán los abanderados del oficialismo. Esto pone en mora a la oposición, pues aunque en varios municipios del interior del país ya existen candidaturas unitarias, en las entidades y jurisdicciones claves para este bando aun se discuten las reglas de juego para escoger sus representantes.
De este lado de la acera, ha habido ciertos avances, pues ya se está diseñando un método de elección de candidatos a través de las encuestas y el consenso, pero el peligro existente es que los resultados que arrojen esos sondeos o acuerdos políticos no sean respetados por los que no se vean favorecidos por los mismos. Puede que prive el egoísmo sobre el interés nacional.
La gente se comienza a preguntar para cuándo quedara el anuncio definitivo de los nombres de estos hombres y mujeres que aspiran gobernar los estados y municipios del país. Lo que se pide a los dirigentes es que construyan una Unidad, pero hay que aclarar que no se debe buscar la unidad de los partidos, sino del país y esta tampoco puede convertirse en una camisa de fuerza.
Estas son elecciones locales y como tal, se tienen que respetar los liderazgos comunitarios y sociales que han venido profundizándose a lo largo de varios años. Existen dirigentes que lamentablemente sólo se han dedicado a robar cámaras para hacer política, en vez de servirle a la gente. A ellos un mensaje claro: los medios de comunicación son herramientas para masificar un mensaje, no para saciar egos o fomentar cultos personalistas.
Quien tenga las mejores propuestas es quien debe gozar del apoyo popular para noviembre, pues un líder que aspire gobernar no puede ampararse únicamente en su carisma o imagen pública. Ojala que nadie se deje engañar por los Mandrakes políticos, pues hay quienes todavía dan a entender que tienen varitas mágicas para resolver todos los problemas de un plumazo. Un cambio y una transformación se llevan su tiempo; que nadie mienta.
No hay que confundirse y pensar que la victoria está segura, pues aquí no caben triunfalismos. Las elecciones se ganan en las mesas de los centros de votación cuando se cuenta cada voto y se suma el total. Antes de eso, cualquier cosa puede pasar.
De no construirse un mensaje coherente que ponga como punta de lanza las soluciones a los problemas cotidianos de la gente, no habrá opción de ganar. Ojala que los partidos políticos opositores entiendan que Primero es Venezuela en este momento de la historia y que no deben buscar aplastar a sus adversarios, pues es momento de ceder en favor de quien tenga más fuerza para vencer.
Pasado el 23 de noviembre, si la oposición recupera algunos espacios de poder y conquista otros nuevos, vendrá un reto aun más difícil: gobernar bien. De no hacerlo, la decepción y desilusión de la gente será algo difícil de mermar en el futuro. Ojala que el liderazgo político asuma la responsabilidad histórica que hoy les da el pueblo.
Luis Eduardo Manzano
Sec. Organización PJ Petare
Luiseduardomanzano_2006@hotmail.com
Publicado en el Diario de Los Andes - 03 de junio de 2008