Hay un camino

"No esperes que las cosas sucedan, haz que sucedan" Alberto Crisafi.

OPINIÓN // UN MUNICIPIO SANGRIENTO

En una reciente encuesta de Datanálisis, se determinó que 8 de cada 10 venezolanos se sienten insatisfechos con la gestión del gobierno nacional en materia de seguridad ciudadana. Además, al hablar con la gente en las calles de Petare y sus parroquias aledañas, uno se da cuenta del nerviosismo en el que viven por el temor de convertirse en próximas víctimas de la delincuencia.

El municipio Sucre del estado Miranda no escapa a esa realidad y con el pasar de los días, la situación se hace más dramática e inmanejable. Hay que tomar en cuenta que habitan en él más de 2 millones de personas, las cuales están distribuidas en 1952 barrios, 400 invasiones y 46 urbanizaciones. Para toda esa gente y sus comunidades hay disponibles apenas 925 funcionarios policiales y 21 millardos de bolívares invertidos por la Alcaldía en su seguridad y defensa, lo que representa un pírrico 7% del presupuesto municipal.

El drama que viven los sucrenses es consecuencia de que en los últimos 7 años se ha reducido en un 60% la inversión en materia de seguridad ciudadana, pues en 1999 se le destinaba el 17,22% del presupuesto a este rubro. Actualmente, las cifras de homicidios mensuales crecen y según estadísticas suministradas por el CICPC la semana pasada, 52 personas son asesinadas mensualmente en Sucre. Eso quiere decir que casi 2 personas mueren a diario a manos del hampa en ese municipio.

Por cada persona que muere violentamente, otras muchas sufren las consecuencias sociales, psicológicas, económicas y físicas del hecho. Se utiliza el homicidio como indicador primario de los índices delictivos, puesto que se constituye como el acto violento de mayor gravedad por atentar contra la vida e integridad personal de sus víctimas. Además, es quizá el único crimen que en casi todos los casos es denunciado ante los organismos competentes.

De no tomarse medidas inmediatamente, las proyecciones indican que habrá más de 600 muertos en el municipio Sucre a final de año, lo que sería la cifra de mortandad más alta en su historia. Lamentablemente, sólo hay un policía por cada 2 mil 200 habitantes y con eso no se soluciona el problema. ¡Esto tiene que acabarse ya! Sucre tiene que declararse en emergencia de una vez por todas. Es necesario crear e implementar un plan de políticas efectivas en materia de seguridad para el municipio.

No sólo basta con que las distintas fuerzas de seguridad del estado trabajen coordinadamente o que se pongan puntos de control vial, sino que debe haber una mejor capacitación y adiestramiento para sus funcionarios. A estas instituciones se les debe dotar de suficientes insumos para que trabajen bien y es urgente que se cree un sistema de seguridad social que dignifique la calidad de vida de sus miembros.

La coyuntura impone despolitizar el problema de la inseguridad y lo más idóneo es que se incorpore a los ciudadanos a su solución. Con una campaña de concientización acerca del tema, la gente se sentirá tomada en cuenta y estos darán valiosos aportes. Haciendo todo esto, podremos reducir el crimen a su mínima expresión, pero si nos quedamos de brazos cruzados, los sucrenses seguiremos viviendo en un municipio sangriento.

Flavia Martineau
Concejal del Municipio Sucre por Primero Justicia
flaviamartineau@gmail.com
Publicado en El Universal el 22/06/2006