Caracas, 29 de abril 2009.- Tal como lo exige la Ley, Carlos Ocariz, Alcalde del Municipio Sucre, entregó ante la Contraloría General de la República (CGR) un informe general con las observaciones de presuntos hechos de corrupción vinculados a la gestión de José Vicente Rangel Ávalos.
Especificó que de las 343 (trescientos cuarenta y tres) obras que estaban presupuestadas en el año 2008, 111 (ciento once) no se iniciaron y muchas no se han culminado, a pesar de que se les canceló el monto exigido. “Algunas de estas 343 obras se cobraron completo y no se hicieron. Todo eso está sustentado en este informe que estamos consignando ante la Contraloría General de la República”, recalcó Ocariz.
Igualmente informó que entre los años 2004 y 2008 casi el 60% de la inversión en viviendas -54 mil millones de bolívares- fueron otorgados a 4 empresas vinculadas entre si, pertenecientes a un “clan familiar”, que a su juicio, tiene que investigar la Contraloría General. “Muchas de estas obras se pagaron y no se hicieron”. En tal sentido citó como ejemplo un proyecto en la zona de San Blas, denominado “Ciruelitas”, la cual se canceló y no se culminó.
“Aquí estamos entregando todo lo que se refiere a esos planes habitacionales. Adicional a esto, según el ministro de vivienda en su momento, mandó comunicaciones a la Alcaldía denunciando o pidiendo explicación sobre un plan de sustitución de ranchos por vivienda por el monto de 6.4 mil millones de bolívares que no se pagaron y que no se ejecutaron”, dijo.
Asimismo informó que el 78% de las obras se repartieron en pocas empresas, tal es el caso del sector Zumba, “allí se invirtió 22 mil millones de bolívares, esta obra se hizo pero no está en funcionamiento, y faltando horas para mi juramentación, la Alcaldía traspasó este complejo a mano de una fundación privada. Son cosas que la Contraloría también tiene que revisar”.
Sobre el tema de los bienes municipales, el Alcalde de Sucre acotó que no fue posible localizar mucho de estos, y los que se hallaron no están en condiciones para auditarlos.
En cuanto a los bienes de Polisucre, señaló que se encontró un parque automotor abandonado, funcionarios mal pagados, mal dotados y en muchos casos corrupción dentro de algunos procedimientos. “El Coliseo de La Urbina se convirtió en un cementerio de patrullas y motos. Hay tres carros y 26 motos que no pudimos localizar, no sabemos donde se encuentran y hay 19 armas perdidas, que no se encontraron dentro de lo que es el inventario de armas de la Policía del municipio Sucre”.
Por último recalcó que todas estas denuncias las consignó de manera responsable, sin connotaciones políticas; simplemente cumpliendo con su deber como lo establece la Ley dentro de los 120 hábiles de gestión.
