Los que siguen leales a Chávez también tienen críticas
"Que estés con el Presidente no quiere decir que le digas sí a todo lo que haga"
Ana tiene en su negocio una foto de Hugo Chávez. Es un retrato que data de los primeros días de su gobierno y en la imagen el jefe del Estado aparece sonriente, con la banda tricolor terciada. Escoltando el marquito dorado, se puede ver un contingente de productos para el cabello, peines y rollos. Ella sonríe tímida cuando Carlos Ocariz, representante de Primero Justicia, entra en el local. Éste la increpa, le sonríe, la seduce. Es miércoles 21 de noviembre y está recorriendo La Bombilla para hacer campaña por el No. Al principio, la mujer no dice nada; luego, sin embargo, suelta: "El hecho de que estés con el Presidente no quiere decir que le digas sí a todo lo que haga. Yo creo que la gente tiene conciencia y, de verdad, la delincuencia no se aguanta más". No había más que discutir, sólo un agradecimiento y seguir el camino.
Un poco más adelante, en las intrincadas calles de la zona, una de las tantas vecinas que hacen cola para tomar un por puesto ni se molesta en agarrar los panfletos que los muchachos de franela amarilla están ofreciendo. La mujer se limita a expresar que "sí a la reforma, porque hoy hay por aquí como demasiados escuálidos". Nadie se detiene a tratar de convencerla ni a hablar con ella.
Se trataba de una jornada de medio día, casa por casa; contacto personal para tratar de persuadir a los habitantes del lugar a que se pronuncien en contra de la reforma constitucional. ¿La sorpresa? La cantidad de personas que aunque se declaran simpatizantes del Gobierno, se pasean por la posibilidad de votar por el No en el referéndum del 2 de diciembre.
Por ejemplo, al comienzo Clara decía: "Que vayan a votar los que no tienen nada que perder". Pero después de un rato de discusión en el sofá de su casa decide sincerarse y asegura que está entre dos aguas. "Tengo que agradecerle al Presidente, pero no estoy de acuerdo con la reelección, porque después se acostumbra a estar en el poder".
Carlos Garrido, por el contrario, parece estar más decidido.
Ocariz se detuvo en su casa y le dedicó 20 minutos. Garrido se precia de ser un hombre de letras y de entender la propuesta presidencial. Cuando es consultado sobre el artículo 136, que establece que "el pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del Poder Popular. Este no nace del sufragio ni de elección alguna..." -que él mismo recita de memoria- afirma que "la posibilidad de que se eliminen las elecciones es `una interpretación jurídica".
Ajena a esta opinión, Marisol Guerrero gastó 15.000 bolívares en fotocopias del proyecto de reforma. Quiere repartir la propuesta entre sus familiares y amigos y ganarlos a la causa del No. "Esto no es una elección de Chávez, hay que sacarse el casete de la cabeza. Esta es una elección por Venezuela y por eso todos debemos estar bien informados. Esa es la única manera de defender al país", asegura.