Hay un camino

"No esperes que las cosas sucedan, haz que sucedan" Alberto Crisafi.

OPINIÓN // ¡Venezuela quiere paz!


El pasado 2 de diciembre de 2007, los venezolanos le demostramos valientemente al resto de los países de nuestro continente y del mundo, que podíamos resolver nuestros problemas pacífica y democráticamente con votos y no con balas. Ese hecho fue en definitiva una victoria de la libertad y el progreso como aspiraciones de la gente.

A pesar de las distintas agresiones que sufrieron en ese entonces algunos medios de comunicación social, empresas privadas y varias manifestaciones populares encabezadas por estudiantes, líderes políticos y el pueblo en general, jamás se perdió el norte ni se pescó el anzuelo que lanzaba el gobierno nacional: la violencia.

Los hechos demuestran que la gente lo que quiere es paz y tranquilidad. Definitivamente, en nuestro país tenemos demasiados problemas en la actualidad como para ahora irnos a meter en una guerra que ni siquiera es nuestra. En todo caso, deberíamos más bien convertirnos en agentes de cambio y mediadores para evitarla.

Es increíble escuchar el discurso desafiante de nuestras autoridades nacionales ante este tema y debemos todos condenar que se pretenda llevar el debate político nacional e internacional al terreno de los insultos y ofensas, cuando debería privar en la atmósfera política y diplomática el respeto y el apego a valores tan característicos nuestros como lo son la convivencia y la tolerancia.

¿Por qué en vez de hablar con tanta insistencia de la guerra no se buscan soluciones reales a la inseguridad, el desempleo y la pobreza que padecen los venezolanos? Sería muy bueno que nuestro gobierno deje de lado el conflicto colombo-ecuatoriano recientemente ocurrido, para enfocarse en construir proyectos sociales perdurables en el tiempo que mejoren la calidad de vida de los habitantes de Petare, Catia o el 23 de enero.

Además, no se puede ignorar que una eventual confrontación bélica sólo traería muerte, hambre, miedo y zozobra a la gente de los barrios, caseríos, pueblos y urbanizaciones. ¿Es eso lo que quieren los venezolanos? seguramente la respuesta es un rotundo ¡NO!

Venezuela, Colombia y Ecuador son países hermanos unidos por lazos históricos y así continuarán eternamente. En estas naciones hay demasiadas necesidades y lo que se requiere es que junto al resto de Suramérica, se fomente una verdadera integración económica, política y social que nos traiga beneficios a todos respetando por supuesto la legítima autonomía de cada quien y el derecho a tener una opinión distinta.


Luis Eduardo Manzano
Secretario de Organización Primero Justicia Petare
Luisedu6@hotmail.com
Publicado en el Diario La Voz - 07 de marzo de 2008