FLAVIA MARTINEAU | EL UNIVERSAL
sábado 9 de febrero de 2013
¡Se volteó la tortilla! Así es como la alta dirigencia
del chavismo pretendía lavarse las manos, achacándole su propia forma de actuar
a la oposición. Resulta inaudito que en
un país con tantos problemas sin resolver, y donde a pesar de 14 años
gobernando en vez de utilizar cuatro horas para aprobar la Ley Desarme o
solicitarle al Ejecutivo que se ocupe de la inseguridad, su objetivo siga
siendo darle la espalda a los venezolanos y a sus problemas.
Insólito es que en lugar de producir soluciones le montan
ollas podridas a nuestros diputados de Primero Justicia. Sin embargo, todos
sabemos que el fin ulterior es no sólo someter al escarnio público a nuestros
diputados para manchar su buen nombre y reputación, sino lo que ellos desean es
ir más allá, el desafío es contra Henrique Capriles el líder nacional de la
oposición.
Y claro, esta parte de su burda y baja estrategia es
tratar de destruir al partido donde él milita, a nuestro movimiento Primero
Justicia. Pero la buena noticia es que hagan lo que hagan, Primero Justicia
seguirá dando la cara, seguirá en la calle, al lado de la gente, en las
comunidades y sobre todo ayudando a los más pobres, a los más vulnerables, a
quienes más nos necesitan.
¡Pero qué triste fue ese espectáculo del martes pasado!
El recinto parlamentario convertido en el
escenario de las más bajas ofensas, pero crean que les salió el tiro por la culata, porque en
cuestiones de moral y dignidad no se puede tener rabo de paja y ese día quedó
demostrado ante la opinión pública nacional e internacional que en la oposición
somos un bloque unitario, si se meten con uno se meten con todos.
¡Aquí no somos saltimbanquis, ni nos compran ni nos
vendemos! Aquí se les volteó la tortilla a los señores chavistas, quienes
quedaron muy mal parados con su circo de desprecio y odio! Eso no es lo que
quiere el pueblo, pero claro... ¿qué podemos esperar de este desgobierno?,
donde a falta de capitán todos los marineros quieren tomar el timón.
Porque, hablan de mafia y son ellos quienes se han
convertido en la propia "Cosa Nostra"; quieren ser hombres de honor y
son ellos quienes criminalizan sus acciones y transmiten públicamente sus
códigos a los tribunales venezolanos para que hagan lo que ya ellos han
dictaminado y sentenciado, qué lástima
da ver esta parte del país, que definitivamente no debemos aceptar.
Maduro y Cabello son los jefes del clan y entre ellos
mismos insólitamente ya se ha hecho una guerra del quien figura o ataca más,
este último no puede ocultar el odio que le transpira por sus poros, y tal
amargura los carcome día a día inclementemente.
Pero la justicia es ley, nosotros no nos arrodillaremos
ante ellos tal como lo dijo Henrique Capriles quien el pasado diez de octubre
convulsionó al oficialismo con los más de seis millones de votos que medio país
elector le dio, es por eso que esa
retaliación de los chavistas es porque le tienen miedo al liderazgo que hemos
logrado en los hermanos venezolanos, y si un día dije que "Capriles le
sigue pisando los talones" hoy les aseguro que lo del pasado 5 de febrero
tiene el efecto de aquel a quien se le volteó la tortilla.